¿Cómo va a afectar la disrupción digital a la ingeniería civil?

¿Por qué todo el mundo habla de transformación digital?

Sabemos que una de las mayores empresas de transporte del mundo no tiene un solo vehículo (Uber). La mayor empresa de alojamientos no tiene un solo hotel (Airbnb), se dedican a comerciar con datos. Oímos que “los datos son el petróleo del siglo XXI”, que BBVA se declara una empresa de software y que renueva su cúpula para que sea más digital, vemos que Iberia subasta los vuelos. Frente a webs de búsqueda que sustituyen a los anuncios de periódicos Jobandtalent gestionada datos y atrae a grandes inversores.


Entidades bancarias usan los datos de compra con tarjetas para ofrecerlos a empresas turísticas y otros negocios. Grupos de música organizan conciertos en función de número de reproducciones de Spofity en cada localidad. Aseguradoras con tarifa variable en función del uso del coche usando un chip. Líneas aéreas subastando los vuelos. Analizando las llamadas telefónicas en una ciudad se puede obtener el origen de visitantes extranjeros, y una cadena hotelera puede hacer una campaña específica, p.e. para clientes chinos.


¿Va afectar esto al sector de la ingeniería civil?... Pues Claro!! La ingeniería civil –según la Real Academia, civil es un adjetivo que significa perteneciente a la ciudad o a los ciudadanos‐, tiene una oportunidad para ofrecer mejores servicios a estos ciudadanos. Los titulares y operadores de infraestructuras públicas manejan, tienen acceso o pueden capturar millones de datos –desplazamientos y movimientos de personas y mercancías, consumo de agua, flujo de residuos urbanos, temperaturas, clima, estado de los viales, parques,..‐. Se trata ahora de convertir esos datos en oportunidades de negocio y mejora de servicio a los ciudadanos.


Pero además, miles de equipos y personas recorren las ciudades y sus infraestructuras de conexión, para realizar actividades de mantenimiento y operación, y podrían obtener más datos. Miles de activos físicos públicos –desde luminarias, pavimentos, jardines,..‐ podrán gracias al llamado internet de las cosas (Internet of Things, IoT), capturar nuevos datos y gestionar más y mejor información.


Pero el sector de ingeniería civil también podría usar datos de otras fuentes para ser más eficiente. Algunas cadenas de hoteles usan las búsquedas en Google de determinados destinos para prever la demanda de plazas u ofrecer paquetes. Google tiene un servicio que se llama destination trends, que ayuda a las compañías aéreas y a los hoteles para prever servicios con esta información anticipada. Tal vez podría hacerse lo mismo con la demanda de agua, de retirada de residuos o el mantenimiento de jardines en zonas turísticas. Esta información podría ser de utilidad a los operadores de infraestructuras públicas.


La ingeniería civil tiene mucha experiencia en manejar datos para el diseño y la gestión de infraestructuras públicas. El sistema SAIH que emplean con éxito las Confederaciones Hidrográficas es un magnífico ejemplo. Este sistema, con sensores a lo largo de la cuenca, transmite y gestiona información y datos en tiempo real para la toma de decisiones. Esta experiencia de éxito, sin duda puede extenderse a muchos más actividades, teniendo en cuenta el alto grado de penetración de smartphones y el descenso en el precio de los sensores. 


Los peajes variables, manejando información del tráfico en tiempo real, son también una buena muestra de las inmensas posibilidades que la gestión de la información y datos a través de las herramientas digitales. Por esta razón, estos activos digitales van a ser muy importantes en cualquier corporación titular u operadora de infraestructuras públicas.


Vemos ejemplos por todos lados. Los titulares y operadores de infraestructuras públicas podrán usar los datos para evolucionar hacia enfoques de demanda en vez de oferta estática de servicios, para ser más eficiente y gestionar mejor esta demanda de movilidad, transporte, agua o recogida de residuos. También se podrán gestionar mejor los costes de operación. Usar mejor los datos servirá también para diferenciarse, y para generar nuevas líneas de negocio y nuevos servicios, por ejemplo, ofrecer a terceros datos bien estructurados, o aliarse con otras compañías para evolucionar de productos (p.e. agua) a más servicios.


Además como veremos en el siguiente punto, los activos digitales colaboran en el desarrollo sostenible al generar la mejor información disponible para la toma de decisiones.

J. Tomás Gómez, Congreso Internacional de Ingeniería Civil, 2016